Carlos Zuñiga
CEO & Co-founder
En Atémpora® diseñamos tiendas en línea con Shopify, escalables y con enfoque en conversión.
En los últimos años se ha visto un incremento en la forma en la que se aborda al visitante de una tienda en línea. En la actualidad es extremadamente común ver páginas de producto con estrategias de venta tradicionales; indicadores de escasez, pop-ups, upselling, crosselling, contadores de tiempo entre otros métodos más.
Aquí te explicaré qué es la carga cognitiva y el por qué podría estar afectando la tasa de conversión y las ventas de tu tienda en línea.
¿Qué es la carga cognitiva?
La teoría de la carga cognitiva de John Sweller establece que nuestra memoria de trabajo solo es capaz de mantener una cantidad pequeña de información en un momento dado y que deberíamos de evitar sobrecargarla para poder maximizar el aprendizaje, o en nuestro caso, la toma de decisiones.
¿Cuál es nuestro límite para mantener y procesar información?
Sweller explica que nuestra memoria de trabajo puede retener la información hasta por 20 segundos en un momento dado y es capaz de retener hasta 7 chunks de información simultáneamente.
¿Qué es un chunk?
Un chunk es cualquier unidad de información significativa que el cerebro puede procesar como un solo elemento.
La complejidad detrás de los chunks.
Lo que para ti puede ser un chunk, para otra persona pueden ser múltiples chunks. Dependen de tu experiencia y conocimiento previo.
Para un principiante de música cada nota podría representar 1 chunk. Para un músico experto una melodía de 7 notas podría representar 1 solo chunk y no 7. En el caso del ecommerce, un chunk podría ser el precio, un descuento, una variante de tu producto o un indicador de escasez.
El cerebro agrupa los chunks en patrones reconocibles. Por esto mismo, es importante organizar los elementos en espacios donde tengan relación entre sí. De aquí viene la razón por la cual el botón de agregar al carrito siempre está junto al botón de comprar ahora.
¿Cómo se relaciona la teoría de la carga cognitiva con tu tienda en línea?
La carga cognitiva está presente en todo momento. Justo ahora mientras lees este artículo estás haciendo uso de tu capacidad para pensar, lo cual también implica hacer uso de tu memoria de trabajo.
Considerando que, un chunk es una unidad de información, cada visitante de tu tienda en línea se enfrenta a una cantidad de chunks que podrían llevarlo a la compra o al abandono del sitio.
La clave para evitar la sobrecarga cognitiva y guiar al usuario a la acción.
No se trata de eliminar todo y dejar solamente los botones de compra. La información en tu tienda debe de ser la suficiente para que el usuario tome una decisión. Lo que no suma, resta.
Muchas de las veces los pop-ups, contadores y detonadores de urgencia sí funcionan, cuando se usan inteligentemente y de forma organizada.
Puedes guiarte de los siguientes puntos:
Utiliza la proximidad visual para agrupar elementos. Los elementos relacionados deben estar físicamente cerca entre sí para que el cerebro los procese como un solo chunk. Las variantes de color, talla y cantidad deben formar un grupo visual coherente, separado de la información de envío o garantías.
Reduce la carga cognitiva extrínseca. Elimina elementos que no contribuyan directamente a la decisión de compra. Cada pop-up, banner promocional o elemento decorativo que añadas está compitiendo por la atención limitada de tu visitante. Úsala sabiamente.
Implementa la revelación progresiva. No muestres toda la información de una vez. Los detalles adicionales como especificaciones técnicas, políticas de devolución o productos relacionados pueden aparecer cuando el usuario muestre interés específico, ya sea mediante scroll, hover o clicks.

Sitio web: Ketone-IQ
Tu tasa de conversión no solo refleja qué tan bueno es tu producto.
Una buena tasa de conversión te dice qué tan fácil haces que sea comprarlo.
Cada elemento innecesario no solo ocupa espacio visual, consume recursos mentales valiosos que deberían estar dedicados a evaluar tu producto y tomar la decisión de compra. Respeta los límites cognitivos de tus futuros clientes.
Quédate con esta idea: “lo que no suma, resta”.







